La competencia a nivel mundial exige retomar estas fuentes de inspiración basadas en el conocimiento de la naturaleza y la cultura para aplicarlas al diseño y la innovación, pues de allí podrían derivarse extraordinarios avances.
El vuelo de las aves y los movimientos de las alas de los murciélagos, entre otros prodigios de la naturaleza, fueron insumo de inspiración para los múltiples y revolucionarios inventos que desarrolló Leonardo da Vinci, los cuales se convirtieron en antecesores de muchos de los artefactos y tecnologías que el ser humano utiliza hoy en día.
Investigadores del Laboratorio de Enzimología Molecular del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL-UNL-CONICET) analizan como las bacterias reservan su energía, sin embargo no es un proceso fácil, ya que es macroscópico para entender como funciona su sistema.
Se considera que la molécula que le permite a la bacteria y demás seres complejos la reserva energética es un polisacárido que es glucógeno; aunque tambien estudian las enzimas que permiten que produzcan reacciones .
Según Matías Asencion, que obtuvo el Premio Mullor a la Tesis Doctoral en Bioquímica, dijo: “Al glucógeno se lo define a menudo como la molécula perfecta, porque está presente en organismos muy simples, como las bacterias, pero también en otros más complejos, como los seres humanos. Lo más importante es que su estructura es la misma”, y agregó "En la consecución de reacciones, en lo que se denominan 'vías metabólicas', hay pasos enzimáticos claves que están sujetos a regulación a distintos puntos de la célula y con distintas sinergias. En este sentido, tratamos de entender esas regulaciones sobre el metabolismo del glucógeno y su integración con otras vías metabólicas”
Mas acerca del glucogeno
Asencion indicó que el glucógeno es una estructura formada por glucosa. A la vez, la glucosa es la fuente de carbono, el combustible esencial que se convierte en energía. “Ya se había estudiado en profundidad el paso clave para la síntesis de glucógeno para un grupo de bacterias, pero estaba faltando conocer acerca del metabolismo del glucógeno en bacterias denominadas Gram Positivas. No se habían estudiado antes debido a la complejidad para hacerlo”, comentó.
“Investigar el metabolismo del glucógeno en distintos organismos puede servir para hacer comparaciones y entender así la evolución de las enzimas, desde las que pertenecen a las bacterias hasta las de las plantas, para buscar similitudes y ver cómo se fueron adaptando a las necesidades de las distintas células. Sin embargo, en esas comparaciones estaba faltando este tipo de bacterias”, comentó.
¿Resultados?
El investigador apuntó que los resultados que obtuvo sobre todo el proceso diferían de los conocidos hasta el momento: “Vimos diferencias en la interacción entre moléculas efectoras, llamadas así porque modifican la actividad de la enzima clave en la vía de síntesis de glucógeno. Por eso nos propusimos estudiar la enzima modelo de otro microorganismo (Escherichia coli), de la cual se tiene información estructural y que es la referencia en bacterias, aunque cambiamos el enfoque. Ya no estudiamos una enzima y una de las moléculas que afectan la actividad, sino que analizamos varias de las moléculas efectoras, porque no hay una sola molécula con la que interactúa, sino varias. Nos planteamos indagar en el efecto de al menos dos moléculas y vimos una propiedad de sinergia entre los efectores”, planteó.
“Observamos así que habría una interacción de varias moléculas que regulan la catálisis, a partir de lo cual planteamos la hipótesis de que la utilización de esta molécula de reserva (el glucógeno) está finamente relacionada al estado metabólico de la célula y se relaciona a la idea de que el poliglucano es una reserva temporal de carbono y no a largo plazo”, ilustró.
¿Que cambios tendría la industria?
Asunción dijo que se puede generar grandes cosas ya que al entender el comportamiento del glucógeno permite estudiar el papel de acumulación temporal del carbono en organismos de interés tecnológico que se usan en biorremediación, ademas como hacen para guardar los desechos tóxicos, Por último, sostuvo que el estudio de las propiedades de las enzimas se puede aplicar en el trabajo de refinerías, para la conversión de desechos industriales del biodiesel.
Fuente: dicyt
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